Yo quiero ser corona
y de blanco me pinté
blanco es mi cristal
y la maquinaria no se ve.
Yo quiero ser corona
y que el vástago arrogante me lleve por allí
o que la dama presumida presuma lo que no es
en el revuelto siempre gano
de ignorantes y tiranos me rodee.
Yo quiero ser corona
para que despierte envidia
enojo, prepotencia, glotonería
mala hierba, anarquía.
Yo quiero ser corona
porque soy la mejor inversión
no en neuronas ni conocimiento
pero si en la consumación de la mentira
¡ Viva, viva la corona !
Porque soy corona, y los demás no son nada.
Y si no son nada son fakes o me imitan o me homenajean.
Porque todos, en algún momento de la vida, rejuntamos cachivaches con bastante insensatez.
domingo, 30 de diciembre de 2018
miércoles, 5 de diciembre de 2018
PrototaipNamberHileben: Revuelto de Cuarzos ( instalación efímera )
Ya saben cómo es: los relojes de cuarzo se amotinan cuando no les das bola.
Son cargosos, se empedan.
Se creen que son la flor de la canela dando la hora.
Durante años fueron los preferidos de la gente.
¿ Qué gente, me pregunto ?
No sé cuál gente.
Pero de alguna gente han sido los preferidos.
Los relojes de cuarzo pueden mover montañas
o ser una montaña de algo, de poco o de nada
o un amontonamiento, o un revuelto.
O mejor pueden llegar a ser una instalación efímera
una instalación de cuarzos sin pila que dan la hora dos veces al día.
Flor de versos me salen
cuando hay cuarzos de por medio
que patalean y se atornillan detrás de un falso texto.
Un texto que no es sincero sino un prólogo a la reencarnación
de la relojería sin caché y sin sustento en el cuarzo y en el cielo.
Alguien me podrá decir
que los cuarzos son relojes buenos.
Buenos como el vino o el té
buenos como el asado o el queso.
¿ Qué les puedo decir... ?
Que cada cual piense como quiera...
Que los cuarzos pronto serán historia fuera de mi historia
al menos los de la foto, aclaro.
Por si las moscas que las hay muchas y de todas cepas.
Son cargosos, se empedan.
Se creen que son la flor de la canela dando la hora.
Durante años fueron los preferidos de la gente.
¿ Qué gente, me pregunto ?
No sé cuál gente.
Pero de alguna gente han sido los preferidos.
Los relojes de cuarzo pueden mover montañas
o ser una montaña de algo, de poco o de nada
o un amontonamiento, o un revuelto.
O mejor pueden llegar a ser una instalación efímera
una instalación de cuarzos sin pila que dan la hora dos veces al día.
Flor de versos me salen
cuando hay cuarzos de por medio
que patalean y se atornillan detrás de un falso texto.
Un texto que no es sincero sino un prólogo a la reencarnación
de la relojería sin caché y sin sustento en el cuarzo y en el cielo.
Alguien me podrá decir
que los cuarzos son relojes buenos.
Buenos como el vino o el té
buenos como el asado o el queso.
¿ Qué les puedo decir... ?
Que cada cual piense como quiera...
Que los cuarzos pronto serán historia fuera de mi historia
al menos los de la foto, aclaro.
Por si las moscas que las hay muchas y de todas cepas.
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