La desnudez intelectual y consuetudinaria es un tema recurrente en este blog. Y también es tema recurrente en casi todo aquello que emprendo. Por lo tanto, no se sorprendan si en esta nueva entrega de este afamadísimo blog catalizador ven a este relosz que muestra sus partes íntimas con total desparpajo -y junto a su novio, el robot sonriente- y no se sonroja.
Vivan, dejen vivir, sean felices y sonrían.